jueves, 8 de marzo de 2012

¿Heroína en Luxemburgo?


Por Andrés Nájera

Fotos por yaerahoraenlaradio.blogspot.com, google.com.mx

Luxemburgo, un país muy pequeño entre Holanda y Francia, con pocos habitantes, podría ser el paraíso para vivir. Con grandes y bastos bosques, Luxemburgo está tan cerca de Holanda, que las drogas viajan con facilidad, sin embargo, ¿heroína?

Hace algunos años, me fui a viajar con mis mejores amigos como buen mochilero a Europa. Durante los primeros días conocimos, España, Italia, Francia, Grecia y un poco de Suiza. Después de unos intensos días de relajo y fiesta en París, decidimos seguir nuestro camino rumbo a la capital mundial de la mariguana, Amsterdam.

En el mapa vimos un mini país llamado Luxemburgo, y pues dijimos “¿Por qué no?”. Tomamos nuestras enormes backpacks y un día a las 7 de la mañana nos dirigimos a la Gare du Nord, en París. Cansados, crudos y desvelados tomamos el tren hacia Luxemburgo para conocerlo en medio día, ya que nos esperaba la tierra de los tulipanes.

Llegamos a Luxemburgo y no había gente, era como llegar a Bratislava según lo describe la película de Eurotrip, nada más que este lugar estaba padrísimo. Llegamos, y el clima no nos ayudaba mucho, entonces tuvimos que dejar nuestras enormes y pesadas mochilas llenas de ropa sucia en los lockers de la estación de trenes.

Dejamos las mochilas, agarramos unas chamarras y conocimos el bello pueblito. El lugar está muy padre, lleno de árboles y construcciones antiguas, pero lo que más me impresionó fue cuando regresamos por nuestras mochilas.

Llegamos, y mientras sacábamos nuestras mochilas pasó algo muy impactante. En ese lapso de 2 minutos, un chava histérica como de 25 años, llega a los lockers y nos dice, “Please shut up, don’t tell anyone” (Cállense por favor, no le digan a nadie). Nosotros sin ninguna idea, la ignoramos y en eso llega otro chavo de la misma edad con una enorme frustración.

En el siguiente segundo, el chavo le baja los jeans a la chava y saca una jeringa. Nosotros sin ninguna idea de lo que era eso, o lo que iban a hacer, nos quedamos callados y cerramos los lockers.  Mientras la chava se amarraba una tela en la pierna, el chavo prepara la jeringa para inyectarle la heroína. La chava, desesperada por recibir el “arponazo” le pide que lo haga rápido.  El joven le inyecta la dosis de heroína en la ingle y la chava se relaja.  Ante nuestro susto y asombro, salimos de los lockers y los chavos estos, siguieron con sus dosis.

           No puedo creer lo que hace esta pareja, principalmente la chava. Cómo puede ser tan adicta, que le pide a su novio que la inyecte y más estúpido el chavo por hacerlo. La chava tiene un problema muy serio, y en vez de resolverlo junto con su pareja, el novio la ayuda. Es impresionante que haya parejas que hagan esto junto, solamente están acabando con sus vidas. Considero que la chava no tiene la conciencia ni la inteligencia para pedirle ayuda a su novio, y esto es un grave problema de confianza.
Es increíble haber vivido esta experiencia en una simple estación del tren de un país tan desarrollado y tan culto. Esta es una de las experiencias más vívidas que he tenido con la droga, y de verdad que te hace pensar mucho en tu salud. Hay que tener cuidado en Europa, ya que aunque creas que son países en dónde no hay tanta droga, te equivocas, de hecho hay mucha droga en las calles.

La heroína es una droga semi-sintética que se presenta generalmente en forma de polvo blanco o como una pasta o goma marrón. La heroína, generalmente se introduce al cuerpo por medio de inyecciones en las venas.  Es de las drogas más peligrosas porque te puedes volver adicto muy fácilmente.  Después de la inyección, el adicto siente un brote de euforia, y después se siente adormecido seguido de un bloqueo de las facultades mentales por la depresión en el sistema nervioso central.


Algunos efectos de la heroína a largo plazo son; colapso de las venas, infección del endocardio y de las válvulas del corazón, abscesos, celulitis y enfermedades del hígado.

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