Por Gerardo Nieto
Foto por
google.com
Actualmente vivimos en la que muchos llaman “la era
virtual”. Esta era está marcada por la revolución digital y la dependencia al
internet, principal medio por el cual se manifiesta la adicción al sexo.
Según un estudio realizado por el Instituto
Universitario USP Dexus en Barcelona, los casos de adicción al sexo se han incrementado como
consecuencia de las nuevas tecnologías de información, principalmente gracias
al cibersexo.
Actualmente, esta conducta sobre el comportamiento
sexual, afecta a entre el 6 y el 8% de
la población, y según la investigación de USP Dexeus, va en aumento. También
señalan, que la adicción al sexo es mas frecuente en hombres que en mujeres,
con 85 y 15% respectivamente.
“En el momento en que una conducta tan placentera
como el sexo se vive como una necesidad imperiosa, se convierte en un
comportamiento inevitable y deteriora las relaciones familiares, afectivas,
sociales, económicas y laborales”, señaló USP Dexeus.
La adicción al sexo no es tan conocida por la gente
como el alcoholismo o la drogadicción; sin embargo, se ha hecho más popular
debido a los escándalos de personajes públicos como los del golfista Tiger
Woods o del actor David Duchovny.
El jefe del Servicio de Psiquiatría y
Psicología de USP Dexeus y experto en adicción al sexo, el doctor Josep Maria
Farré, afirma que "con las nuevas tecnologías y la era de Internet, la
mensajería instantánea y los chats, se han descubierto nuevos casos de personas
enganchadas al sexo virtual, pero la tendencia es que se expanda a conductas
más mecánicas, breves, sin obligaciones ni responsabilidades".
No existe un perfil específico de un
adicto al sexo, pero algunas de las características que los identifican son un
fuerte sentimiento de culpa, alto impulso, negación, autorreproches y falsa
percepción de control.
A pesar de ser una adicción que se
puede llegar a presentar en cualquiera, personas impulsivas, con poco control
de si mismas y que siempre buscan cosas nuevas, o son fracasados sociales,
tienen cierta propensión. El estrés y la falta de tolerancia a la frustración
también pueden ayudar a desarrollar esta adicción.
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