El MDMA, la historia de una droga cotidiana

Por Andrés Nájera

Fotos por jorgedominguez.com.mx

El MDMA o 3,4-metilendioximetanfetamina, es una sustancia psicoactiva con diferentes propiedades de estimulación, así como propiedades empatógenas con un sabor amargo.

El MDMA es el ingrediente activo de las drogas que comúnmente se conocen como “éxtasis o tacha”, “cristal” o “M”.

Este peligroso componente que se utiliza para hacer algunas de las llamadas “drogas sintéticas”, fue descubierto de modo accidental en 1912 por  G. Mannish y W. Jacobsohn, mientras trabajaban en los Laboratorios Merck en Darmstadt, Alemania. Este hallazgo no tuvo ninguna utilización ni patente hasta 1953.

No fue hasta 1976 cuando el químico y farmacólogo Alexander Shulgin, dio a conocer los efectos fisiológicos en los seres humanos y se comenzaron a hacer investigaciones más  extensas sobre el MDMA.

En 1985, Estados Unidos decidió prohibir esta droga porque no tenía efectos ni usos terapéuticos, por lo que la Organización Mundial de la Salud incluyó al MDMA en la Lista 1 de psicotrópicos. Es muy curioso que nunca se supo la verdadera historia de por qué se prohibió esta droga, ya que no había investigaciones que respaldaran el efecto nocivo o peligroso de ésta.

Aún así, diferentes profesionales dedicaron su tiempo a investigar el MDMA y obtuvieron resultados gratos en algunos traumas psicológicos y problemas de pareja. Después de varios años de investigación sobre el MDMA, nunca se han podido realizar experimentos para poder conocer los efectos en los seres humanos, de hecho solamente se han hecho pruebas con otros animales.

El verdadero apogeo del éxtasis, llegó a principio de los años noventas, en donde los jóvenes lo consumían para su diversión en clubes, discotecas y bares.

Los principales efectos que tiene este psicotrópico en los seres humanos son la desinhibición, deseos de bailar, hipersensibilidad al tacto y euforia, entre algunos otros.

Es muy importante conocer esta “droga de diseño”, por sus efectos en el ser humano, y aunque es muy cotidiana en los lugares que visitan los jóvenes, hay que tener mucho cuidado.

Otro gran problema, es la presentación del éxtasis o “tacha”. El éxtasis viene como pastillas de diferentes colores y formas con estampados para hacerlas más atractivas al consumo. Nunca acepten estas pastillas, ya que pueden sufrir una horrible experiencia.