martes, 24 de abril de 2012

El lubricador social y personal.


Por Santiago de Alday
Imagen por blogichics.com

¿Por qué resulta tan divertido tomar? ¿Por qué lo relacionamos con pasarla bien? ¿Por qué es tan fácil caer en algún problema de alcohol? 

Es impresionante la cantidad de gente que tiene problemas de ánimo. Yo me atrevería a decir que casi todos tenemos problemas de este tipo, y con problemas de ánimo me refiero a timidez, enojo, estrés, tristeza, remordimiento, depresión, ansiedad, entre muchos otros. Todos estos sentimientos se presentan día a día en millones de personas, personas que por la ajetreada vida que llevan no les quedan muchas opciones para tratarlos. Ejercicio, meditación, una visita semanal al psicólogo, lectura, incluso masajes corporales son soluciones verdaderas a estas situaciones. ¡Tomar no lo es! “Si va a tomar para olvidar, pague antes de empezar” es un ejemplo de cómo la gente cree o tiene la idea en su cabeza de que tomar bebidas alcohólicas te quita el estrés, que te hace olvidar. Todo eso es mentira. Lo que hace el alcohol es desinhibirte y privarte de cierta parte de tu nivel de consciencia. No es más que una postergación de los problemas que tengas. No te estresa el trabajo porque no estás pensando…en él, te quita la ansiedad porque anestesia tu mente. A lo que voy es a que si te sientes mal por alguna razón, llámese estrés por trabajo, ansiedad o tristeza por problemas familiares, depresión o enojo causados por timidez, etc., de nada te va a servir emborracharte, porque cuando despiertes al día siguiente todo sigue ahí. Lo que tienes que hacer es ponerte a pensar qué es lo que realmente te está afectando y trabajarlo como se debe. Si no lo encuentras sólo, busca ayuda, pregunta, comenta. Siempre hay que estar abierto a las personas en las que confías, seguro te pueden ayudar o por lo menos intentarlo. Soluciones directas al problema, no espasmos temporales de bienestar.

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