lunes, 30 de abril de 2012

Tocando Fondo




Por Gerardo Nieto


Fotos por freepik.es, desmotivaciones.es

La adicción al juego, también conocida como ludopatía, es como todas las demás adicciones, progresiva, es decir, se va desarrollando con el tiempo. Como con todas las adicciones, hay muchas personas que han llegado a estar en situaciones sumamente difíciles y comprometedoras. Es muy fácil explicar los riesgos y consecuencias que conlleva una adicción como esta, pero yo creo que es mucho mejor dar a conocer testimonios reales de personas reales. De esta manera, la gente se pone en los pantalones de la persona y lleva a reflexionar un poco mas. A continuación les voy a presentar varios fragmentos de distintos testimonios de adictos al juego.

Pedro: "A pesar de tener un puesto bien remunerado, tenía unos problemas económicos que no me dejaban dormir. Cada mes era la misma historia. El tercer día del mes, ya no tenía un centavo. Durante todo el resto del mes, tenía que pedir dinero prestado para ir al trabajo, para almorzar, y para cubrir los gastos personales más insignificantes.

Raúl: "Me gustaba el Póker. Todos los viernes me reunía con un grupo de "amigos" y jugábamos. Nuestras pertenencias pasaban de mano en mano cada fin de semana. Vi a muchos perderlo todo y tener que apartarse del grupo, pero eso nunca me hizo reflexionar sobre mi vida. Pensaba yo era una especie de elegido y que mi destino era quedarme con el dinero de todos mis amigos.
¡Llegué a ganarme hasta cuatro carros y una casa en una sola noche! Pero un día se me fueron las luces. Perdí absolutamente todas mis pertenencias; las que había ganado en el juego y las que habíamos construido con el sudor de nuestra frente; con el trabajo de mi esposa y mío.
Pensé que podría volverme a levantar; que podría recuperar algo. Como no tenía nada material, aposté una noche con mi esposa. Nunca lo consulté con ella... y perdí. Esa noche se desintegró mi familia."

Sergio: " Mi excusa para seguir jugando era recuperar el dinero perdido. Todos los días me levantaba renovado y con ganas de salir a ganar más dinero... pero no me iba a trabajar más o a buscar un puesto mejor remunerado. Me iba a despilfarrar lo poco que tenía o lo poco que lograba sacarle a mi familia."

Alejandra: "Vivía apostando compulsivamente en el computador. Cada vez que paraba, quería volver rápidamente para recuperar el dinero que había perdido. En dos meses copé todo el cupo de mis cuatro tarjetas de crédito y ya llevaba copadas dos de mi novio. Sabía que cada vez me estaba sumergiendo más, pero no veía otra salida. Tenía que endeudarme un poco para recuperar algo del dinero que había perdido"

Como estos testimonios hay millones, de hombres y mujeres, pobres y ricos, y como podemos ver, casi siempre se meten la idea de que deben de apostar más para recuperar el dinero 
perdido, sin embargo, la mayoría de las veces acaban tocando fondo.

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